Yo soy una de las personas que no me daba cuenta de lo que estaba pasando o no lo quería ver.
Me casé con 26 años y he vivido de los 30 que estuve casada, 20 de cautiverio sin salir, sólo a médicos.
Por tener una enfermedad común, el que era mi marido para él ya no servía para nada, y a la misma vez para mucho, porque era su criada, esclava y se alimentaba con insultos y amenazas. Tantos, que ya decidí poner tierra de por medio y alejarme de allí para siempre. Con la pena, que no se me quitará nunca, de dejar a mis hijos con él.
Ellos ya son mayores y yo me siento libre y viva, pero todos los días están en mi pensamiento. 20 meses divorciada.
55 años