Aunque para mí lo que más me impacta es la sinceridad de una compañera que me dice que he supeditado mi vida y mi felicidad por una persona que no me merece en absoluto, según sus palabras, y que ha visto como me ha anulado y lo peor es que me he dado cuenta tarde.
Le impactó verme hace 4 años o así porque no me reconocía y aunque intento ser la que era, creo que ya no lo voy a lograr nunca. Sigo conviviendo con mi agresor.
54 años.