Yo hay algo que me duele muchísimo y tengo que contarlo.
Tenía que “venderme” por 5 eurillos para que mis hijo tuvieran leche para desayunar. Me los ponía en la mesita de noche. Nunca en mi vida me he sentido más mierda y mas sucia.
Con razón me llamaba puta por 5 euros. Me vendía por 5 euros, que poquito valía.
Y él, con 3000 euros de nómina, por supuesto “en negro”.
Al final, hoy por hoy todavía no he acabado como una rata.
Tengo una vida muy mala, pero la tengo. No he muerto. Sigo viva! 7 años divorciada.
45 años.