La primera paliza que me pegó fue en septiembre. Me tumbó en la cama y me pegó con sus brazos y piernas. A la semana tuve que ir al médico, porque una mañana al levantarme escupí sangre, me había dañado los pulmones. Él fue bueno porque me dejó ir al médico sin ningún tipo de problemas, incluso pagó la asistencia sanitaria.
23 años