Estábamos una noche de fiesta con todos lxs amigxs en el botellón. Uno de ellos, tras hablar conmigo, se dirigió en primer lugar llamándome »guarrona» a lo cual le contesté con educación pero poniéndole las cosas claras. Transcurrido un tiempo, y siendo hora de irnos, me negué a que se fuera con nosotras en el coche y mucho menos con una amiga mía. Su respuesta fue pegarme un manotazo y un cabezazo, que pude esquivar porque estaba montándome en el coche. A la mañana siguiente, me pidió disculpa porque se sentía muy mal, pero por mi parte este tipo de personas no se merece mi respeto.
27 años