Empecé a trabajar fuera de casa, atender a mi hijo, y también empecé a participar en listas electorales, a participar en distintas asociaciones en las que disfrutaba con lo que hacía. Y al final tuve que dejar todo, ya que no podía conciliar mi vida con todo ello. Dejando atrás ilusiones, y trabajo y esfuerzo.
54 años