Cuando terminé el entrenamiento de natación mi entrenador se acercó y me propuso susurrándome al oído que me fuera con él un rato a la sauna para hablar del entrenamiento. Cuando estás haciendo tu trabajo detrás de la barra y la clientela masculina te echa piropos. Cuando esto haciendo un trabajo en el que se necesita un poco más de fuerza y un hombre se acerca y me quita los instrumentos y lo hace él mucho más “rápido y bien”, explicándome que para eso se necesita fuera y que si y lo hago me voy a cansar, y por supuesto él viene para “ayudarme”.
28 años