Yo no me podía poner mala, algo que me sucedía a menudo.
Todavía recuerdo una vez que estaba con fiebre y me encontraba fatal. No pude ir a trabajar y cuando llegó a comer y vio que me quejaba sólo me suelta un “siempre te estás quejando, cuando no es la cabeza, es la espalda,..”
El se fue a trabajar y yo tuve que llamara a una amiga porque estaba mareada. Tenía casi 40 de fiebre y como estaba aislada en el poblacho no podía ir al médico. Así que gracias a ella que me llevó y me acompaño ese día.
Ahora veo que mi cuerpo reaccionaba ante la vida que llevaba. 4 años separada.
36 años.