El primer «beso» que me dieron en mi vida me lo robaron.
Fue en una fiesta con un chico al que le había demostrado cero interés romántico. Al despedirnos, cuando nos íbamos a dar dos besos en la mejilla. Odié ese momento y no me entendían. Pensaban que yo le había dado juego o que era ingenua o exagerada.
30 años